La oración dejó de ser para mí un momento donde pedía a Dios algo a modo de súplica y con un “por favor”, no sé a ustedes, pero esa forma de oración aprendida (propia de muchas religiones) me llevaba a sentirme muy chiquita, pidiendo un favor y esperando a que mi petición fuera escuchada pasando además por el sentimiento de culpa, ¿será que si soy tan buena persona como para que el cielo me escuche? ¿Cómo hace Dios para escucharnos a todos? ¿Cómo es Dios? … esta última pregunta tampoco me ayudaba y la tenía con bastante frecuencia, trataba de imaginarlo como un señor- papá, pero me daba la sensación de ser un papá que estaba generalmente de mal humor.

El concepto de Dios y de oración se fue transformando hacia uno que me permitiera sentirme completamente a gusto y especialmente conectada, de a poco y de manera intuitiva me fui alejando del concepto de las religiones. Dios pasó a ser llamado por mí de muchas otras maneras, la Luz del Creador y La Energía Divina son mis nombres preferidos. Ahora, cuando hablo de oración, me quiero referir a ese momento en el que te apartas de todo, buscas conexión, recuerdas que la energía Divina que es Dios mismo, vive y está dentro de ti, en ese instante sientes que eres parte de una gran fuente de Amor, dejas de sentirte separado, estando tu acá en la tierra y Dios allá arriba en algún lado. La oración es ese momento donde recuerdas que siempre has estado conectado a la gran Chispa Divina, a la Energía del creador, no ha habido tal separación, te sientes uno con esa Energía de Amor que lo sostiene todo. Cuando comprendes que la presencia del Creador vive en ti, abres el canal de comunicación Divina con tu Alma, con tus ángeles, con el Universo entero para recibir guía en tu vida actual.

Pronunciar una oración entonces, es recordarte que estás unido a la energía Divina del Creador, que eso que estás pidiendo obvio que Dios lo quiere para ti. ¿Por qué no habría de querer Dios que tu estés bien?  Las oraciones se han vuelto para mí, ese momento en el que alineo mi ser humano con mi ser espiritual, desde ahí puedo confiar en lo que sucede, comprendo que todo tiene un propósito, que estoy siendo guiada y sostenida por muchos Seres de Luz, que soy Co-Creadora de mi realidad por lo tanto que soy responsable de mi vida, ya no puedo ser víctima de nada ni de nadie, puedo elegir sentirme bien, puedo elegir nuevos pensamientos y nuevas maneras de estar en esta vida.

Entra en oración, en conexión con tu Ser verdadero, permite que desde ese lugar la guía que estás necesitando aparezca, entra en oración y eleva tu consciencia por encima de los patrones mentales del ego y podrás saborear que todo siempre está como necesita ser y que en medio del caos puede aparecer también la belleza de la vida.

DESPERTAR CONSCIENCIA: Es el momento en el que vas más allá de leer y eliges ponerte la información, llevártela puesta, integrarla para realmente dar paso a la transformación:

Crea un momento de este día para entrar en oración, es decir, para conectarte con la energía Divina del Creador que está dentro de ti. Sostén la imagen de ser parte de esa gran energía, empieza a sentir que la Energía Divina se mueve a través de ti y se manifiesta físicamente, a través de los latidos de tu corazón. Mantén esta conexión durante 11 minutos, puedes ayudarte poniendo música suave que te conecte. Pasados los once minutos, escribe las sensaciones que tuviste. * Este ejercicio lo puedes hacer varias veces en la semana, con el paso de los días te sorprenderás de lo que empezarás a escribir.